domingo, 20 de enero de 2013

Genética, producción y adaptación al medio (I)

La genética es la ciencia de los genes, la herencia y la variación. Todo ser vivo se forma y repara a partir de una serie de instrucciones que se encuentran en el interior de casi toda célula. Estas instrucciones son  codificadas en un lenguaje común, basada en cuatro bases orgánicas y comprimidas en el ADN, el conocido Ácido Desoxirribonucleico.
Los genes son las unidades discretas de ADN que controlan una serie de características que pueden hacer a un individuo de una especie, mínimamente distinto a otro.
La herencia es la forma como se trasmiten los genes de generación en generación, mezclada en la reproducción sexual o mantenida igual que el progenitor, en la reproducción asexual.
La variación genética es la capacidad que tiene una especie para, a través de la reproducción sexual, producir en el tiempo, pequeñas variaciones entre sus individuos, variaciones que son vitales para adaptarse a condiciones cambiantes o a nuevos entornos. La variación genética es la base biológica de la evolución.

SELECCIÓN NATURAL, SELECCIÓN ARTIFICIAL

Cuando se cruza la variación genética con presiones del medio ambiente, durante un tiempo lo suficientemente largo, tiende a cambiar el acervo genético de las poblaciones. Es decir, se forma una nueva especie o al menos, una nueva variedad o subespecie. Las especies no son eternas ni inmóviles. Con el tiempo todas cambian. Hasta los tiburones, que se han mantenido casi iguales durante los últimos 100 millones de años.
La selección artificial es la que realiza el hombre siguiendo los mismos principios de la selección natural, donde puede dirigir la reproducción de un individuo con otro, con características que el humano quiera hacer patente en los descendientes. Perros, ovejas, vacas, palomas son algunas de las especies en las que, el hombre, a través de un manejo de siglos de su variabilidad ha logrado crear razas que le sirven a tal o cual propósito.

Razas de palomas producto de la selección artificial




MEJORAMIENTO GENÉTICO EN VACUNOS

Tanto los bovinos europeos (Bos taurus) como los hindúes (B. indicus) son el producto actual del mejoramiento continuado del Bos primigenius. Se puede aceptar que se produce a través de dos corrientes: El realizado para mejorar cantidad o calidad de la carne o leche de los animales  (Holstein, Blonde) o a través de la adaptación a condiciones climáticas adversas (Gyr, Senepol).
Cuando se habla de mejorar la producción de leche, no existe un gen que aumente la producción láctea. Lo que manejan los genetistas son una serie de parámetros como: Capacidad ruminal, altura de cruz, tamaño de pezones o ubre, inplantación mamaria, irrigación venosa de ubre, temperamento "lechero" etc. La mezcla de todas estas condiciones en el animal  permiten que  aumente su producción láctea, comparada con el promedio.
Sin embargo, si hablamos de ganadería de leche, no sólo es la producción láctea lo único a tomar en cuenta. El mejoramiento de las características lecheras de las vacas se hace a costa de:
_ Hiperplasia (tamaño desmedido) de la ubre. La inflamación de la misma, (mastitis) tiene en esta característica un importante factor de aparición.
_ Pérdida de la capacidad de afrontar variables climáticas (principalmente picos de calor y humedad).
_ Pérdida de la capacidad de soportar procesos patológicos (enfermedades e infecciones).
Vacas Holstein con ubres desarrolladas. Las Holstein son productos de siglos de  selección artificial, o mejor dicho, mejoramiento genético 

Esto se da, porque en la naturaleza, un animal debe equilibrar su ingesta de energía para tres gastos: 
a) Energía de mantenimiento, lo que gasta en mantener su cuerpo, en repararse o en sanar de enfermedades. 
b) Energía de producción, subir de peso o, en el caso de las vacas paridas, producir leche; y 
c) Energía de reproducción, la que gasta en entrar en celo y criar un ternero.
Cuando, conseguimos el mejoramiento de la condiciones lecheras de nuestra ganadería, estamos "obligando" al animal a dirigir la mayor parte de su ingesta de energía a la producción. Por eso es que es aceptado que las vacas bajen de peso durante su lactación. Ésto nos retrotrae a otro problema: Las vacas de alta genética tienden  a tener problemas reproductivos, simplemente porque la mayor parte del "pastel energético" se lo lleva la parte productiva del animal.

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